17 de noviembre de 2011

Películas que rescataría del olvido (1): El último samurái

He de dejar claro antes de empezar,que no por ser ésta la primera película de la que hable,es a la que más importancia le doy. Sin embargo...se da la casualidad de que la tuve entre mis manos durante varios años...y no fue hasta el año pasado cuando me decidí a verla por primera vez, por lo que considero que merecía ser la que inicie esta sección.

¿Y por qué no la vi antes? Pues para empezar...(y casi que para terminar) por Tom Cruise, que no es precisamente una de mis debilidades, aunque tenga en su carrera varios taquillazos y películas muy conocidas. Sin embargo...una vez vista la película he de admitir que lo hace bastante bien. Salvado el obstáculo, toca hablar ya sobre la película en sí.

Lo que a mi entender distingue a esta película de muchas otras...es su forma de describir una figura muy antigua en nuestro mundo: los samuráis. Durante todo el metraje, trata de enseñarnos su modo de vida, su dedicación por cada cosa, su deseo de morir protegiendo sus valores, y muchos otros aspectos. Y todo eso lo hace con una maravillosa ambientación de época y con una estética muy cuidada.


La historia empieza cuando Nathan Algren (Tom Cruise), un capitán militar que pasa la mayor parte del tiempo borracho, es contratado por un Ministro Japonés, con el fin de ir a Japón a adiestrar a su ejército. El objeto de todo esto, es que el Ministro quiere acabar con un pequeño grupo de rebeldes que se niegan a aceptar los cambios que están sucediendo en Japón, y que crean ciertos problemas. Este grupo es el de los "samuráis", encabezados por Katsumoto.

Algren empezará su cometido, preparando a las tropas japonesas para el día que deban combatir. Uno de esos días acaba llegando, y en una emboscada es capturado por los samuráis. Lo que acontece de ahí hasta el final...es el encuentro de un hombre atormentado con un pueblo en el que se sentirá en armonía, el creciente respeto y la admiración que dos hombres de culturas totalmente opuestas (Algren y Katsumoto) sentirán a medida que se vayan conociendo, y la lucha por un modo de vida incomprendido, y víctima de los cambios que se quieren imponer.


Si la pregunta es si merece la pena invertir 140 minutos en verla, mi opinión es que sí, porque es una de esas películas que si te gusta, no te importará ver en otras ocasiones. No solamente destaco los aspectos anteriormente citados, sino que además tiene una banda sonora bonita, y los paisajes son igualmente bellos. El resto de actores, ya mencionado antes el principal, lo hacen muy bien, en especial Ken Watanabe (Katsumoto), que fue nominado a un Oscar y un Globo de Oro por su interpretación, así que no es cosa de risa.

Por lo demás, y para ir acabando...decir que guste el final o no (que se podía haber hecho con algo más de sentido común), es una opción altamente recomendable de cine, que además nos enseñará cosas que habitualmente no vemos en otras películas, y que además puede provocar algunas lágrimas, según tenga un@ el día. Espero haber dado motivos para que os animeis a verla, y estaré encantado de leer comentarios. ¡Un saludo cinéfil@s!

P.D: Mi próxima entrada sobre esta sección, estará dedicada a Drácula de Bram Stoker del excelente Francis Ford Coppola.

2 comentarios:

  1. me encanta la peli, es super buena, aunque admito que llore un poquito... :)

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  2. la peli es super buena,claro eso es de gustos, aunque el final es triste...me hizo llorar un poquito...

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