Para empezar esta sección, quería hacerlo hablando
de estos dos personajes icónicos de la serie “Boston Legal” (un “spin off” salido de “El
abogado”). Y si bien cada uno de ellos daría por separado para largos textos,
no puede concebirse esa opción, porque ellos juntos son el complemento perfecto
que hacen de “Boston Legal” una serie distinta a muchas otras de abogados.

Pese
a ser poco conocido en nuestro país (o al menos gozar de poco renombre), tiene
una galería de personajes carismáticos, encabezada por estos dos “flamencos”
que dan título al post (los que hayan visto la serie entenderán mi alusión a
esta palabra)
Antes de profundizar en estos dos personajes
(ganadores de premios Emmy por sus papeles), recomiendo el visionado de esta
serie, en gran parte por ser diferente, por ser cómica a la par que seria
cuando ha de serlo, por criticar la forma en que funcionan las cosas en EEUU
(valiente en esa premisa), por gozar de originalidad en muchos casos que se
plantean, y por ofrecer un espectáculo de agradable visionado y grandes risas. Y
es que una vez que terminas la serie entera, echarás de menos saber más de
estos personajes y otros como Jerry “Manitas” Espenson (también ganador de un
Emmy), la encantadora Shirley Schmidt, o el aparentemente serio Carl Sack.

Sin duda el bufete “Crane, Poole & Schmidt” no
dejará indiferente a nadie y arrancará más de una carcajada, como también lo
hiciera “Cage & Fish” en la serie Ally Mcbeal (ambas del mismo guionista),
haciéndome disfrutar de la vertiente crítica y cómica del mundo del derecho,
tan necesaria como refrescante. Y es que en malos tiempos como los actuales,
las sonrisas siempre son bien recibidas.

Denny Crane: William
Shatner (el inolvidable Capitán Kirk de Star Trek) da vida a DC, un legendario
litigante de Boston, ya en la última etapa de su vida profesional. Es un hombre
ultraconservador, egocéntrico, mujeriego, y un apasionado de las armas, además de otras cosas. También es
uno de los fundadores del bufete donde trabaja. Lo que la hace diferente, al
margen de lo anterior, es que sufre de “alzheimer”, al que él aludirá como “el
mal de las vacas locas” tras cierto episodio, pensando que realmente tiene esa
enfermedad. Su padecimiento de alzheimer provocará situaciones dramáticas, pero
también cómicas, por lo que no será difícil cogerle cierto aprecio al
personaje.

Escenas tan memorables
como su forma de pescar en su visita a Nimmo Bay, tocar un mini trompeta en
Nueva Orleans, tener y usar una muñeca sexual idéntica a una de sus antiguas
novias, aparecer en calzoncillos en el despacho de una jueza, o disfrazarse de
época para asistir a un juicio, son sólo algunas de las muchas escenas para el
recuerdo que este hombre tendrá en la serie. También habrá momentos tristes,
pero es mejor destacar los que te hacen sonreír. Y es que este hombre cercano a
la jubilación, que pesca en alcantarillas, se queda dormido en juicios, se
enamora de toda mujer que ve, y no para de decir “Denny Crane” para hacerse
notar, es sin duda una notable figura, tanto solo como acompañado.
Alan
Shore: El inseparable amigo del anterior,
está interpretado por James Spader. Alan
es más joven, y representa también al mismo bufete, del que es socio. A
diferencia de Crane, es políticamente liberal, y se opone al uso de las armas
(al menos en la forma que DC lo defiende), aunque también es un mujeriego.
Destaca además por su verborrea incesante que le hace un gran orador, y por ser
una persona fiel a sus amistades y sus principios, aunque haya de actuar de
forma negligente. Es y será un fiel apoyo para DC cada vez que la enfermedad de
su amigo haga aparición.

Es también otro
pescador de alcantarillas, le tiene fobia a las personas disfrazadas de payaso,
sufre a veces de “ensalada de palabras” y “terrores nocturnos”, se disfraza de
mujer en alguna fiesta del bufete, e incluso utiliza los juzgados y sus
instalaciones como picadero sexual.
Tanto Alan como Denny
vivirán situaciones cómicas juntos, como hacerse “guardacostas”, ir disfrazados
con largas pelucas blancas a un juicio, pelear sobre un ring por salir con una
mujer, o dormir juntos y despertarse sorprendidos con caras que no tienen
precio.

Habitual es acabar la
gran mayoría de los capítulos de la serie con estos dos hombres tomando una
copa y fumando un puro, en la terraza del bufete, resumiendo detalles del
episodio, discutiendo de muchos temas, y ensalzando el valor y la importancia
de su amistad, que, para quien sea atraído por la serie, valdrá la pena conocer
y disfrutar hasta el final.